
Para mí, el diseño de interiores no es un lujo más: es una parte esencial de cualquier negocio. No solo hace que el espacio se vea atractivo, sino que influye directamente en cómo se sienten las personas (y sus mascotas) cuando entran.
En lugares como clínicas veterinarias, tiendas de animales, comercios, restaurantes u hoteles petfriendly, el diseño tiene un papel aún más importante. Porque no hablamos solo de estética, hablamos de bienestar, funcionalidad y experiencia para ambos.
En una tienda, por ejemplo, un buen diseño ayuda a organizar mejor los productos, a guiar al cliente, a hacer que le apetezca mirar, quedarse y comprar. Marcar el flujo, optimizar las compras y crear zonas agradables para nuestras mascotas. No todas las mascotas se sienten seguras ante tantos estímulos ¿alguna vez te has detenido a observarlas?
En una clínica, suele ser un espacio que les crea tensión, si no te lo crees observa sus gestos. Es clave crear un espacio acogedor y bien pensado puede marcar la diferencia: baja el estrés, que los perros o gatos más miedosos puedan sentirse seguros, transmitir calma y hacer que la visita sea más llevadera tanto para los animales como para quienes los acompañan. Pequeños gestos pueden marcar la diferencia.
Y en restaurantes u hoteles petfriendly, el diseño tiene que lograr que todo el mundo se sienta cómodo, sin perder estilo ni funcionalidad. Eso implica elegir bien cada material, cuidar la distribución, pensar en zonas específicas para los animales y hacerlo todo con gusto y sentido común.
Cuando el diseño está bien hecho, se nota. Se vive. Se disfruta.
Y sí, también vende más, fideliza mejor y transforma por completo la forma en la que se ve tu marca.
En esta sección podrás ver algunos de los proyectos que hemos hecho para negocios que, entienden que el diseño no es un lujo… es una herramienta poderosa para conectar mejor con las personas y sus peludos.




